En los últimos años los movimientos de mujeres irrumpieron en el espacio y el debate público. Entre las proclamas y demandas, hace 5 años, el 3 de junio de 2015 el grito Ni Una Menos en todo el país quedó en la historia tras el femicidio de Chiara Páez de 14 años asesinada en Rufino y marcó un punto de inflexión en la lucha contra la violencia de género. A propósito de este aniversario, Prensa FAM dialogó con Lucía María Leiro, abogada especialista en Derecho Penal de la UBA, docente y tutora del Curso de Formación FAM “Mujeres en Situación de Violencia”, representante de la Comisión de Género del Colegio de Magistrados y Funcionarios de Zárate-Campana y de la Comisión de Secretarios del Colegio de Magistrados y Funcionarios de la Provincia de Buenos Aires.
Dra. Lucía María Leiro
¿Se hicieron avances en los últimos años para garantizar el acceso de las personas víctimas de violencia de género a los sistemas de justicia?
Ciertamente han existido avances y esto guarda directa relación con la capacitación continua que se ha dado en estos últimos años a los operadores de Justicia para que todas las tareas que ejercen sean realizadas con perspectiva de género. Se advierte un alto grado de sensibilización en la temática.
Los colectivos sociales que trabajan con las víctimas de violencia de género manifiestan en sus estadísticas que en una gran proporción de los femicidios en la Argentina, la víctima ya había denunciado a su agresor ante la justicia. ¿Cuáles son las fallas del Estado que no logra evitar los femicidios?.
Es grave minimizar los riesgos que surgen de las denuncias previas. A veces una denuncia pareciera ser un delito menor por las calificaciones legales de esos hechos, como por ejemplo lesiones leves o amenazas, pero detrás de esa calificación preexiste una realidad histórica de un hecho que es mucho más grave. Hoy por hoy, se focaliza mucho el trabajo en los llamados “informes de riesgo” que nos permiten evaluar esas denuncias. Considero que se han dado grandes pasos en la visibilización de la violencia desde los organismos del Estado y desde la Sociedad toda.
En el marco de esta Pandemia las estadísticas indican que recrudeció la violencia de género. ¿Cómo estás observando esta situación?. ¿Cómo ves el accionar de los distintos poderes del estado en contexto de violencia y covid-19?
Toda situación de violencia intrafamiliar se ve agravada frente a la situación de pandemia, al encontrarnos frente a medidas de aislamiento social preventivo obligatorio, que hacen que todos debamos permanecer en nuestras casas las 24 horas junto con quienes convivimos. Esta situación no ocurre sólo en Argentina, he participado de los foros realizados por el Comité de Expertas de MESECVI de OEA y la situación se replica en toda América. Veo que los distintos poderes están actuando mancomunadamente, se observa el compromiso de los agentes, y si bien muchas veces los recursos son escasos, se han implementado nuevas formas de trabajo a fin de garantizar a las personas víctimas de violencia una adecuada contención. También desde el ejecutivo se han reforzado políticas públicas para paliar la situación. Es una época de emergencia y si bien se escuchan muchas críticas, es innegable el esfuerzo y la labor conjunta que se viene realizando.
Alguna vez conversamos y fuiste categórica al afirmar que al investigar, juzgar, requerir, asesorar y defender, los operadores de justicia actúan sin perspectiva de género. ¿Seguís opinando lo mismo que hace un año atrás?.
Creo que hemos recorrido parte de un largo camino desde que comenzamos a advertir la falta de perspectiva de género en las decisiones hasta hoy. Queda mucho por hacer, no hay dudas, pero se ha avanzado muchísimo. La capacitación está dando sus frutos, la concientización y sensibilización es evidente en todos los fueros del sistema de justicia.
Recientemente se presentó por primera vez ante la ONU un femicidio argentino, más precisamente el de Florencia Albornoz, fundando la demanda en las violaciones a los derechos humanos que sufrió la víctima por parte del Estado Argentino, por no haber brindado la protección y vías de acceso a la justicia en un contexto de violencia de género. ¿Qué reflexión te merece este tipo de presentaciones?. ¿Si Naciones Unidas dicta alguna recomendación a la Argentina, qué debería hacer el Estado?.
Este caso data del año 2010 y considero que se ha avanzado mucho desde entonces a la situación actual. La Justicia Argentina está progresando, al igual que la sociedad toda, en esta temática. Se han dictado leyes de protección, se ha comenzado a recabar datos estadísticos frente a casos y se está sensibilizando en perspectiva de género. Si Naciones Unidas dicta alguna recomendación a Argentina creo que debería cumplirse.
¿Pudiste comprobar avances a partir de las capacitaciones y formaciones que se ponen a disposición de los operadores de justicia, como la formación que efectuamos con la FAM o la Ley Micaela?. Si hubo mejoras, en qué aspectos y en qué no.
He podido comprobar avances en muchísimos casos. He leído numerosos fallos y condenas donde claramente se aplica la perspectiva de género. Y no solamente en sentencias, sino que se observan mejoras en la forma de repensar la administración de justicia en su conjunto, desde la atención en una mesa de entradas, la escucha a la víctima y la simplificación de trámites. Creo que las capacitaciones son sumamente útiles, porque el intercambio enriquece y ayuda a reflexionar sobre diversos aspectos. En particular, observo en las capacitaciones como la de FAM, que es sumamente interesante compartir las distintas realidades, ya sea por las diferencias demográficas o de recursos que tiene toda la Argentina en cada una de sus provincias. Por supuesto, que otras veces me encuentro leyendo ciertos fallos de tribunales o actuaciones administrativas, donde pareciera que no han entendido nada sobre estereotipos de género o de la normativa internacional y local que estamos obligados a aplicar al ejercer nuestras funciones. La transformación de estos casos es la tarea más desafiante.
Como docente y tutora del Curso de Formación FAM “Mujeres en Situaciones de Violencia” que efectuamos de manera on line, considerás de utilidad reeditarlos. Si fuera así, tendrían que modificarse o agregarse contenidos. ¿Cuáles?.
Creo que es de su utilidad reeditar los cursos. El contenido es adecuado y en cada edición vamos incorporando la nueva legislación que se dicta en la temática. Tal vez, frente a las nuevas herramientas implementaría “meets” en los foros en forma presencial virtual una vez por semana para hacerlo más dinámico.